La excitación es el despertar del deseo sexual, durante o en previsión de la actividad sexual. Aquello que la acelera se llama estímulo erótico. Existen muchos tipos de estímulos potenciales tantos físicos como psíquicos que pueden hacer que una persona se excite y así incremente su deseo sexual.
Dependiendo de la situación, una persona puede excitarse por una variedad de factores, tanto físicos como mentales, lo que viene a decir, que alguien puede sentir excitación por aspectos particulares que esa persona tiene.
Los estímulos tendrán su origen dependiendo del sentido que se utilice: la vista, el tacto o el olfato. El sentido auditivo también puede aparecer, aunque por lo general, es considerado un estímulo secundario con respecto a los otros tres. Alguien puede llegar a despertar deseo sexual por medio de una conversación, de imágenes o incluso por un olor que evoca pensamientos y recuerdos de otra persona.
La atracción sexual
La atracción sexual se refiere a la capacidad del individuo para atraer el interés sexual o erótico de otra persona y es un factor a la hora de la elección de la pareja. La atracción sexual puede venir de las cualidades físicas o de los rasgos de una persona siempre dentro de un contexto. La mirada, la manera de moverse, la voz, un perfume o la ropa son factores que incrementan el interés sexual de otra persona.
Este despertar del deseo sexual puede venir igualmente influenciado por factores genéticos, psicológicos o culturales. Aunque se han hecho intentos de elaborar criterios objetivos de la atracción sexual, el atractivo de puede despertar alguien es algo subjetivo, no todas las chicas desprenden sensualidad ni todo los chicos fuerza y rectitud.
Muchos de estos rasgos que despiertan el deseo sexual vienen dados por modelos de hombres o mujeres que vemos en el cine o en cualquier actividad de cara al público.
Características físicas
Normalmente, los estímulos que producen atracción se centran en características que diferencian a un sexo del otro; los pechos, las caderas, las faldas o los tacones. De igual forma, la salud y la juventud actúa como un factor más a tener en cuenta. Así las cualidades externas como la forma de vestir producen estímulos que atraen a otros.
Los rasgos más buscados por el hombre se centran en la belleza física, el erotismo y las habilidades sociales, sin embargo, la mujer prefiere a un hombre con liderazgo, competencia laboral y un buen estatus cultural y económico. Aunque lo que mayor atracción produce en un primer momento, es la semejanza en actitudes, intereses y opiniones.
Rasgos físicos
Si a un hombre le preguntas por el rasgo físico que más le llama la atención de una mujer, muchos de ellos harán mención a los senos, a los labios, el trasero y a si es delgada o rubia o morena. Si la misma pregunta se la hicieras a una mujer, seguramente les llama la atención la estatura, los labios, el culo, los dientes sin dar importancia al color del pelo y en algunos casos ni a la complexión del hombre.
Desirée R.A.