¿Piensas mucho en el sexo? ¿Todo se rige sobre eso? Entonces a lo mejor y tienes un problema con una adicción que no es fácil de comentar con nadie pero que puede hacer que tengas serios problemas en tu día a día. Y es que, ser un adicto al sexo, puede tener muchas consecuencias que hace falta parar para llevar una vida normal, o, al menos, dentro de la propia normalidad.
En general, lo que caracteriza a un adicto al sexo es lo siguiente:
Ser hombre. Hoy en día también las mujeres pero es verdad que la adicción al sexo se produce en mayor cantidad en el caso de los hombres. Si es una mujer quien es adicta al sexo se le dice que es ninfómana.
Se desconcentra fácilmente y tiene problemas para controlar los impulsos. Normalmente este tipo de personas siempre está dispuesto a un “revolcón” aunque sea con una desconocida.
Tiene pensamientos sexuales que hacen que no pueda pensar en otra cosa. De hecho puede estar hablando con una persona y pensando en ella a nivel sexual.
Se masturba a menudo y le gusta encontrar parejas con las que mantener sexo. No busca tanto una relación estable como si el que haya encuentros cuando lo necesita (de hecho con una sola pareja no tendría suficiente si la otra no le lleva el ritmo con lo que suelen ser infieles en una relación de pareja).
Su síndrome de abstinencia es como cuando se deja de fumar o las drogas: irritabilidad, problemas para controlarse, etc.
Todo esto hace que se tengan muchas consecuencias como el hecho de aislarse de la familia y amigos para no hacerles daño, gastar mucho diseño contratando personas relacionadas con el sexo o con llamadas eróticas, contraer enfermedades de transmisión sexual o incluso desestructurar su vida y la de los que están cerca de él o ella.