A lo largo de los siglos, el tamaño del miembro viril siempre ha sido un tema de debate en tanto en cuanto ha sido símbolo de hombría y de potencia sexual, de ahí la importancia que tanto hombres, pero sobre todo mujeres, le han dado al tamaño del mismo.
Hay constancia incluso desde las primeras manifestaciones artísticas prehistóricas, donde siempre se destacaba el pene como signo de salud y fertilidad, y por eso cuanto más grande se mostraba, mayor poder confería al hombre. De hecho, los hombres siempre han pensado que tener un miembro grande procuraba más placer a la mujer, y por eso han hecho toda clase de tratamientos y trucos para aumentar el tamaño del pene (aunque se ha demostrado que actualmente casi el ochenta por ciento de los individuos que prueba alguno de ellos no está nada satisfecho con los resultados).
De hecho, estudios realizados entre mujeres en edad sexual, han revelado que lo que a ellas les importa realmente es que más que largo, el miembro sea más grueso, o lo más destacable, que él sepa realmente cómo darles placer tenga el tamaño que tenga el pene. A través de la estimulación previa, habilidad y tacto es como se consigue hacer que una mujer disfrute plenamente de la relación sexual, es por eso que en general, son ellos los que están más obsesionados con el tamaño que ellas. Fisiológicamente hablando, un hombre no incrementa ni mejora la potencia de la penetración porque posea un pene de mayor tamaño; de hecho, con un miembro de menor tamaño es más fácil estimular la entrada de la vagina (donde se encuentran más terminaciones nerviosas y el clítoris) y procurar el orgasmo.
Muchas mujeres en realidad se sienten intimidadas por un pene de gran tamaño. Cuando éste sobrepasa los veinte centímetros de longitud y los quince centímetros de perímetro (grosor) no es plato de buen gusto para la mayoría de las chicas, ya que puede dolerles la penetración, e incluso provocar un desgarro vaginal en los peores casos. Las mujeres tienden a fijarse más en la apariencia en general del hombre, su vestuario, limpieza, y sobre todo en su personalidad y en la forma que tienen de tratarlas en la relación sexual.
Otro de los mitos en cuanto al tamaño es el referente a las razas; según la creencia popular, se supone que los hombres de raza negra tienen un miembro más grande, seguidos por los blancos y por último los asiáticos. Lo cierto es que según investigaciones recientes, los coreanos sí que poseen los miembros de menor tamaño, pero en cuanto a las demás etnias nada está demostrado. De hecho, muchos hombres negros simplemente pueden tener un pene un poco más largo que la media, pero eso no hace que el tamaño sea mayor, ya que otros hombres tienen el miembro más grueso. En realidad, no hay diferencia entre las razas, todo depende de la herencia genética.
Existen muchas técnicas que prometen el alargamiento de pene, queda pendiente en próximos artículos hacer un estudio de las mismas.
Para concluir, hay que señalar que muchos hombres sufren del síndrome del pene pequeño, pero no es algo sobre lo que las mujeres hablen o se quejen a menudo. Es más un problema psicológico que el individuo se crea, porque lo que las mujeres realmente desean es un tamaño estándar pero un buen manejo del miembro, seguridad, autoestima y delicadeza, los ingredientes para hacer que la penetración llegue a buen término para ambos.