El mercado de la lencería se ha nutrido en gran medida de los modelos llegados de Hollywood a través de películas, revistas y programas. El sexo ha dejado se ser tabú para dar paso a una liberación para la mujer que se ha visto en gran medida ayudada por la lencería erótica. La mayoría de estos artículos se venden en tiendas especializadas junto con juguetes sexuales, y también a través de Internet, donde han proliferado debido a la comodidad y anonimato que le confiere a la compra.
Las mujeres utilizan la lencería erótica para sorprender y seducir a sus parejas, pero sobre todo para sentirse bellas y deseadas. Los productos estrella que más suelen consumirse son los picardías, los tangas y los sujetadores para aumentar o realzar el pecho. En cuanto a colores, los más demandados son el negro, por su sensualidad y elegancia, pero también existe un gran surtido en blanco (sobre todo utilizado en lencería para novias para su primera noche de pasión), rosa (para mujeres más dulces) y rojo (para las más picantes y provocativas).
En cuanto a los tejidos más eróticos, las consumidoras se decantan por los bodies o picardías de red, porque dejan entrever de forma atrevida el cuerpo de la mujer. También son bastante demandadas las piezas de seda y raso, por la forma en que envuelven el cuerpo de las usuarias y su suave tacto en la piel. Los bordados y encajes son un clásico que sigue teniendo muchas adeptas, ya sean solos o combinados con otros tejidos; al mismo tiempo, las últimas tendencias son las aplicaciones de piedras semipreciosas y brillos, que le dan un punto de glamour a las prendas, y que se utilizan en ocasiones especiales. Realmente no importa si la usuaria es alta baja, gruesa o delgada, porque existe un amplio surtido en el mercado para satisfacer los gustos de todas ellas y adaptarse a las curvas de sus cuerpos.
Por otra parte, las ligas y ligueros siguen en el mercado como símbolos del erotismo por excelencia, a los que se les añaden lazos y aplicaciones que aumentan su sensualidad. La mayoría mujeres los utilizan con fines de seducción y no para sujetar las medias, que era su cometido original. Ya sea debajo de trajes y vestidos, o para realizar striptease y disfrutar de una loche de pasión, los ligueros siguen siendo uno de los grandes fetiches eróticos para los hombres. También los bustiers y los corpiños han generado mucha demanda en los últimos tiempos, debido al auge de la moda vintage (tanto en ropa interior como exterior). Estas prendas son extremadamente sensuales y femeninas, pues resaltan las curvas de la mujer estrechando la cintura y potenciando el pecho. Otros complementos eróticos para cubrir el cuerpo de la mujer son las pezoneras, muy utilizadas en juegos, y las batas sugerentes (a menudo con transparencias) que permiten entrever las piezas que se llevan debajo.
Lo más importante es escoger una prenda que se adapte al cuerpo de la mujer, por eso hay que ser consciente de la talla adecuada, para potenciar la autoestima y la sensualidad sin importar el tamaño de la braguita o el sujetador. De hecho, hay muchos artículos que potencian las partes femeninas que más se quieran destacar y esconden las que no queremos que se vean tanto; tal es el caso de los sujetadores con relleno para las mujeres que no tienen mucho pecho, y los reductores para las que tienen demasiado. Los diseños siguen siendo espectaculares, pero estudiados para el realce de la mujer, con fines sexuales. Y en gran medida, que un artículo sea erótico o no depende del gusto de cada persona, pues habrá mujeres que se sientan muy sexies con un tanga de tira, y otras que prefieran las braguitas brasileñas, que dibujan el glúteo de una forma mucho más insinuante.
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